Por Ana Rosa Castillo Canjura, Nutricionista, Coach entrenadora y conferencista de Maxwell Leadership
Continuamos en esta serie que va orientada a reconocer cómo puedes avanzar como emprendedor a partir del auto liderazgo. Es por ello que vamos a abordarlo desde la e el resultado de la experiencia de lo aprendido sobre autoliderazgo al desarrollar entrenamientos como miembro de John Maxwell Leadership y la vinculación al emprendimiento.
Les contaré tres aspectos clave en los que deben fijar su atención y evaluar cómo los están llevando a la práctica, pues considero que son un buen inicio para ponerlos como pilares que les permitirán afianzar sus resultados.
El primer aspecto es la coherencia, ese aspecto que se refiere a la concordancia entre lo que digo con lo que hago y que permite construir confianza con tus clientes. Esa confianza que a largo plazo se constituye en credibilidad. Te diré cómo he experimentado la coherencia en el emprendimiento, la he empezado a construir cuando conozco y experimento mis productos, es decir los utilizo. Solo la experiencia directa ha contribuido a construir el vínculo con mi producto y a generar experiencias que permiten compartir y construir confianza con los clientes. Te pregunto: ¿estás plenamente convencido sobre el negocio que estás haciendo en este momento? ¿Consumes los productos que promocionas o compartes? ¿Te estás convirtiendo en producto del producto? Si tus respuestas han sido positivas, quiere decir que ya tienes de alguna manera un paso asegurado. ¿Qué resultado tiene la coherencia en tu negocio? Generas confianza y confiabilidad en las personas que tienes cerca y esto redundará en la construcción de tu negocio. Me gusta la imagen que John Maxwell usa para explicar cómo se construye: esa figura de hacer depósitos continuos en la cuenta de confianza de los demás. ¿Qué pasa si no estás plenamente convencida de tus productos? Puedes darte tiempo para experimentarlos más y terminar de convencerte, si aun así sigues dudando, puede ser buen momento para hacer un cambio y buscar un producto con el que plenamente te identifiques y sientas convencido.
El segundo aspecto: INFLUENCIA. Debes estar consiente que tú como integrante de un equipo, ya sea porque diriges o eres parte de él, ejerces influencia. La influencia te puede pasar desapercibida porque estas esperando a tener muchas personas en el equipo, esperas ganar un monto determinado o deseas llegar a un rango específico; piensas que cuando esas cosas lleguen entonces ejercerás influencia. Pero ya sea que tú en tu equipo tengas una persona, diez, cincuenta o mil, ya eres influencia para ellos. Cuando nos hacemos conscientes de esta influencia, la preparación de manera intencional será nuestra compañera. Sabes cómo me hice consciente de esto, en la medida en la que me hacían más preguntas y más personas me reconocían como representante del negocio. Por ello, entre más temprano descubra mi influencia, será mejor para prepararme para crecer personalmente y en lo técnico para manejar todo lo que se refiera a mi producto. Hay una frase de John Wooden que justamente ilustra esto: “Una vez que llegue la oportunidad, es demasiado tarde para prepararse." Te invito a asumir ese reto de prepararse para esa oportunidad que va a llegar y debemos estar listos para ella.
Ya llevamos dos aspectos vistos: la coherencia y la influencia que ejerces, si no estás haciendo nada respecto al producto que promocionas o compartes y no estás haciendo nada para prepararte, ya encontramos las condicionantes para que el negocio no funcione como esperas.
El tercer aspecto es la AUTODISCIPLINA. En realidad, no suena tan bonito ni tan cómodo, pero tiene que ver con el precio de ese liderazgo que estás dispuesto a pagar para alcanzar lo que te has propuesto. Se refiere a que estar consciente de hacer el negocio con compromiso para alcanzar las metas propuestas ¿Has escuchado el dicho “El que tiene tienda, que la atienda”? Qué pasa si tienes el negocio, pero lo haces solo cuando tienes ganas, qué pasa si la mayoría de los días no las tienes, eso va a afectar la forma en la que obtengas los frutos de ese de ese negocio. Te invito a que hagas tuya la frase de John Maxwell: “Todo lo que merece la pena es cuesta arriba”, pues teniéndola en mente te ayudará a pasar de las buenas intenciones a las buenas acciones, permitiendo que el éxito no sea temporal, sino que se haga sostenible en el tiempo, a través de afianzar hábitos que te impulsen y te permiten trabajar con constancia. Aquí algunas preguntas que te pueden orientar sobre la autodisciplina y el negocio: ¿cuántos días a la semana le dedicas al negocio? ¿a cuántas personas te diriges para hablar de él? ¿con qué frecuencia hablas de tu producto? ¿eres constante en los horarios que te has propuesto? ¿eres constante en el seguimiento que le das a las personas?
Te invito a que puedas llevar a la reflexión cada uno de los aspectos ya vistos, estos son clave para avanzar como emprendedor, recordando que el ejercicio del autoliderazgo es la clave y hará la diferencia para concluir con éxito todo lo que hagas. El objetivo final de esta reflexión es que identifiques qué cosas puedes mejorar y si es tu deseo continuar con el negocio que has emprendido, que consideres las 3 claves para poder alcanzar las metas que te has propuesto al emprender.
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