Por Evelyn Noguera, Mentora y Coach de liderazgo y productividad, creadora del método VPO
¿Cuánto te ha costado en tiempo, dinero y calidad de vida la falta de un plan para lograr tus metas?
Si tú eres como yo y como la mayoría de las personas, seguro te ha costado y bastante. Pues las personas que estamos deseosas de crecer y de sacar el máximo provecho de nuestro día, de nuestro año y de nuestra vida; lo queremos todo. Queremos ser, hacer y lograr mucho. Sin embargo, con frecuencia, la cotidianidad nos atrapa.
El problema es que nuestras metas, nuestros anhelos, hasta nuestros seres queridos y nuestra mejor versión; se quedan archivados en la lista de pendientes.
Y mientras tanto, vemos que se nos ha ido otra semana, otro mes y cuando sentimos, otro año más. En ese punto, las metas que nos inspiraban, nos empiezan a frustrar, pues solo sentimos la tensión que nos separa de donde estamos y de dónde quisiéramos estar, pero sintiéndonos atados en el mismo lugar.
He pasado por esa situación. Pero en el camino, me di cuenta que hay maneras más inteligentes y fáciles de trabajar, y hasta de vivir.
Y es de eso que te quiero hablar hoy.
Desde que me propuse como meta vivir una vida extraordinaria (jamás promedio, pues solo tendré una) , me he dedicado a buscar, probar y tropicalizar estrategias que me ayuden a desarrollar mi máximo desempeño en las áreas importantes de mi vida. En ese caminar, he encontrado varias que me han funcionado. Pero de todas, hay 3 que han impulsado de manera significativa mi productividad.
Estrategias poderosísimas, que te ayudarán a lograr más con menos. Y lo mejor, es que son tan sencillas que puedes empezarlas a aplicar hoy mismo y ver resultados casi de inmediato.
1. Estrategia número 1: Trabaja desde tus fortalezas y busca colaboración para lo demás.
Cada persona tiene un estilo de temperamento particular y con él, una serie de habilidades que, de manera natural, le fluyen.
Y de igual manera, junto a ese temperamento, también vienen otras debilidades que, aunque se trabajen, no llegan a destacar como habilidad.
Así que, enfócate en descubrir tus fortalezas y en aprender técnicas que te ayuden a potenciarlas. Si trabajas desde tus habilidades, tus resultados serán mejores y disfrutarás del proceso.
Para lo demás, busca personas que tengan como fortaleza lo que en ti es una debilidad, y motívales a que se perfeccionen en ellas.
Al combinar fortalezas, construirás tu mancuerna de éxito, un equipo de alto desempeño.
2. Estrategia 2: Planifica antes de ejecutar
Cuando estamos ansiosos por avanzar, nos sentimos en la tentación de ir directo a la acción. Este es un error muy frecuente que cometen, tanto personas como grandes empresas, pues creen que con tener una meta clara es suficiente.
El tema es que, aunque sepas a donde quieres ir, si no sabes cómo llegar, te tomará más tiempo y más recursos llegar al destino. Es como tomar ahora mismo la decisión de ir al destino vacacional de tus sueños, sales de tu casa dispuesto, pero sin siquiera saber si ir al norte o al sur.
El tiempo que inviertes en planificar, lo recuperas multiplicado al ejecutar.
3. Estrategia 3: Rinde cuentas.
¿Te has dado cuenta, que las promesas más fáciles de romper, son las que haces contigo mismo? Eso nos pasa a todos. Esta es la razón por la que una de las mejores prácticas para mejorar tu rendimiento, es rendir cuentas ante otra persona.
Si investigas a los presidentes más influyentes, a los atletas más destacados o a los profesionales más reconocidos; todos tienen un coach o mentor que, a través de la rendición de cuentas, les ayuda a comprometerse para cumplir lo que se proponen, en los tiempos y estándares que se fijan.
Estoy segura que si aplicas estas 3 estrategias, impulsarás tu productividad, logrando más con menos esfuerzo.
Te desafío a salir de tu zona cómoda porque solo tienes una vida y mereces vivirla en su máxima plenitud. Si tienes el potencial para soñarlo, es porque tienes la capacidad de lograrlo.