Por Claudia Guillén, Conferencista, coach y trainer profesional en temas de Liderazgo, mindset y transformación personal
Mi nombre es Claudia Guillén conferencista, coach y trainer profesional en temas de Liderazgo, mindset y transformación personal, mi pasión es ayudar a las personas a lograr la claridad y seguridad que necesitan para tomar decisiones desde un espacio de seguridad personal y desde ahí emprender acciones que les lleven a generar los cambios que desean en su vida, de una manera viable, rápida, sin miedo a perder y asumiendo el 100% de responsabilidad sobre su condición actual.
Y en este blog quiero compartirte los pasos para Construir una Actitud Imparable de manera que puedas vivir tu vida en tus propios términos.
Se ha hablado de la actitud por decenas de años y desde los tiempos de Víctor Frankl hemos aprendido la importante lección acerca de que nos pueden privar de cualquier cosa, menos de la libertad de asumir nuestra propia actitud ante las diferentes circunstancias. Hay cientos de personajes que han marcado la historia, demostrando que por muy fáciles o difíciles que parezcan las circunstancias, el factor que siempre marca la diferencia es la actitud.
Sin embargo, pese a todas esas evidencias, cada vez hay más personas culpando a otras por su situación actual y muchas menos asumiendo el 100% de responsabilidad sobre sus resultados.
Yo personalmente transité por ese camino en donde culpar a los demás era más fácil. Solía juzgar duramente a las personas que, según yo, no daban todo de sí, entregando resultados mediocres, me disgustaba rodearme de personas que no daban la talla para alcanzar resultados superiores, pero no me daba cuenta de que al igual que a ellos también me juzgaba duramente a mí misma.
Finalmente me di cuenta de que ese aspecto de la persona en la que me había convertido no era congruente con la misión que me inspiraba. Decidí asumir la responsabilidad. Me dediqué a trabajar en mí, a conocerme a mí, a aceptarme a mí, para que, desde un lugar más saludable y positivo dentro de mí, yo pudiera tener un impacto positivo en quienes me rodeaban. Me liberé de la necesidad de aprobación que me tenía secuestrada, abracé mi grandiosidad y con ello aprendí a honrar la grandeza que hay en cada ser humano que se cruza en mi camino. APRENDÍ A HACERME CARGO DE MI PROPIA ACTITUD, LA ACTITUD CORRECTA PARA LOGRAR MIS OBJETIVOS.
En este espacio de compartir quiero invitarte no sólo a creer, sino a saber y sentir que puedes lograr lo que quieras en tu vida con la actitud correcta y te invito a explorar 5 poderosas preguntas para lograrlo:
Primera pregunta: ¿Cuál es el cambio que deseas ver en tu vida?
Lo que nos mantiene en movimiento y constante evolución es el deseo de crecer, y al crecer algo se transforma, algo cambia en nuestra vida.
En una ocasión actuando como ponente en un CONGRESO DE MUJERES titulé mi conferencia “Yo lo quiero todo”. El título por sí solo generó muchas reacciones, pero qué pasa conmigo, pero qué me he creído, acaso no soy una mujer agradecida, qué arrogancia; saben, no dejaba de sorprenderme lo inquietante que resultaba esa frase para muchas mujeres y hombres también.
Resulta que nos han vendido por años la historia equivocada y la hemos comprado. Esa historia de que una mujer debe conformarse, que, si eres una mujer exitosa profesionalmente, debes renunciar a la idea de una familia feliz; que, si quieres ser una gran madre, debes renunciar a tu carrera profesional; que si quieres un matrimonio o relación sólida y perdurable no se te ocurra tener más éxito que tu pareja. Nos han vendido una gran mentira, porque sí podemos tenerlo todo, sin embargo, requieres establecer prioridades en las diferentes etapas de tu vida y estar dispuesta a pagar el precio que cada etapa te pide, para que con cada fase se vayan sumando a tu vida, más satisfacciones que perduran a lo largo de toda tu experiencia, porque sí se puede, si tienes con que, lo puedes lograr y depende en mayor medida, de ti.
Tu deseo de cambio puede venir desde diferentes estados de nuestro ser:
• estoy mal y quiero estar bien
• estoy bien, pero todavía no estoy donde quiero estar
• estoy donde quiero estar y ahora quiero ir más lejos
Esto, en cualquier dimensión de tu ser. Económicamente hablando, a nivel de salud física, en tu relación de pareja, en tu vida profesional; da igual, hay algo en lo que quieres generar un cambio. Hay algo en lo que deseas alcanzar un resultado superior y mereces ir por ello.
Esto me lleva a la segunda pregunta: ¿Cuál es la actitud correcta?
Aquella que te ayuda a alcanzar tu objetivo en congruencia con tu escala de valores, con tus prioridades. Porque resulta que, aunque logres lo que supuestamente quieres, si no es congruente con tu escala de valores, vas a ser muy infeliz. Ejemplo: Una mujer se siente orgullosa de sus 15 años de matrimonio, pero todos los días se pregunta por qué, pese a lo mucho que ama a su pareja, siente que algo le falta.
Dada su insatisfacción, esa mujer decide explorar su propia situación y encontrar la razón de su infelicidad, SORPRESA, en esa búsqueda de claridad se encuentra con lo importante que es para ella la libertad de crecer, aprender y crear una empresa, cosa que no había podido hacer por estar totalmente entregada a su relación, dado que su pareja así se lo había solicitado, ella creía que, si no estaba dispuesta a sacrificar sus sueños, significaría que no amaba lo suficiente. Esta mujer descubrió que no había tenido el valor, ni el suficiente amor y respeto consigo misma, y en silencio había nutrido por años, esta auto imagen de víctima heroína, culpando en silencio a su pareja y su matrimonio, lo que a larga le estaba generando constantes discusiones. Se dio cuenta de que algo tenía que cambiar, pero...
¿Cuál es la actitud correcta?
La que te lleve a la felicidad en armonía con tus más altos valores. Asumir el 100% de responsabilidad sobre tu condición de vida, implica que hagas el trabajo intencional y consciente de aclarar tus prioridades en la vida, tus qué y tus para qué. De esa manera lograrás el primer requisito para construir tu actitud y es, saber ¿qué es lo que quieres? Y además de eso dejar de negociar con tus sueños y comenzar a negociar con tus patrones de pensamiento, porque con tus sueños no negocias, a tus sueños los alcanzas y los vives a plenitud.
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