top of page
Buscar
  • guatemalaprosperas

El gap de la ética

Por Walter Martínez, Junta Directiva Guatemala Próspera


En un entorno lleno de situaciones conflictivas, entidades públicas y privadas en entredicho, todos queremos saber o creemos saber qué es la ética. Pero es muy interesante preguntarnos por una definición “propia”, clara y precisa.


Este amplio, sensible y hasta conflictivo concepto se vuelve más complejo cuando nos toca tomar una decisión ante una situación que nos confronta entre lo conveniente y lo correcto. Es en ese momento cuando nuestros principios y valores luchan contra nuestra conveniencia o la presión a la que estamos expuestos.


A continuación, menciono algunas pautas que nos ayudarán a comprender y valorar la ética y a identificar las mejores opciones ante diferentes circunstancias.


1. Aristóteles enseñaba que “nos hacemos virtuosos practicando la virtud”; en consecuencia, nos hacemos éticos practicando la ética. Este cuestionamiento nos hace reflexionar sobre si decidimos y actuamos con base en los fundamentos adecuados. Recordemos que como seres humanos estamos expuestos a decisiones todo el día, en diferentes áreas de nuestra vida: familia, trabajo, estudios, ciudadanía, etc. En cada momento estaremos expuestos a situaciones en las que nuestra ética e integridad estará siendo puesta a prueba.


2. El tema de la ética requiere que distingamos entre los términos coacción, conveniencia y convicción. No hay ética a partir de la coacción, muy difícilmente habrá ética en el ambiente de la conveniencia. Generalmente la ética nace y prospera en un ambiente de convicción. Es en este último ambiente donde confirmamos que la ética existe en nuestro ADN, a pesar de las circunstancias, presiones o conveniencias a las que estemos expuestos.


3. La ética no es algo estático o una receta de cocina que se aplica siempre al pie de la letra. La ética es algo que construimos con cada decisión que vamos tomando cada día, cada hora, cada minuto. Escribir nuestra ética es tomar las decisiones adecuadas a cada momento, leer la ética es juzgar las decisiones que otros toman. Nuestra ética no depende ni se justifica por lo que otros deciden, la decisión siempre será solo mía. Cuando leemos algo aprendemos un concepto que aceptamos o rechazamos, pero al escribir (nuestra propia ética) creamos nuestros propios conceptos a través de reflexiones y decisiones que tomamos.


4. La ética es un valor individual, pero se aplica y construye a través de las relaciones con nuestro prójimo. La ética cobra mayor sentido y relevancia cuando nos relacionamos con otros.


5. La ética no existe para juzgar o condenar a nadie; para ello están las leyes. Debe concebirse como un medio de evaluación propia, por medio de la cual buscamos encontrar la forma de ser mejores personas, mejores trabajadores, mejores patronos, etc.


6. Nuestra ética, como nos llega a definir, no es la suma de nuestras buenas intenciones, sino de las decisiones que tomamos, las circunstancias en las que decidimos y la evaluación que hacemos de las consecuencias de esas decisiones. Nuestras buenas intenciones no sustituyen nuestras decisiones, ni nuestras buenas decisiones sustituyen nuestras acciones. Todo está interrelacionado.


7. Existen valores y competencias que complementan la ética. La ética no es todopoderosa, existe el amor, la espiritualidad y nuestras habilidades o capacidades, las cuales sumadas y puestas en acción determinan nuestra ética en el diario vivir.


8. La ética no debe ser una aspiración a que todo el mundo esté de acuerdo sobre lo que para nosotros es bueno o es malo. Es más bien un llamado a que en el momento de decidir, cada uno reflexione acerca de las diferencias entre lo que percibimos y entendemos como bueno y malo y actúe según su mejor concepto, a pesar de las circunstancias o en función de ellas.


Definitivamente, cuando se trata de nuestro propio comportamiento, en ocasiones existe un “gap” entre lo que creemos y la forma en que nos comportamos.


Todos debemos buscar crecer día a día en el camino de la ética, aunque a veces no sea fácil de recorrer. Creo que las personas con buenos valores morales pueden crecer éticamente. Creo firmemente que las personas tenemos la capacidad de no solamente pensar éticamente, pero también de aprender a saber escoger correctamente, cuando antes quizá solo pensaban en aspectos de estrategia para lograr objetivos, sin considerar aspectos morales o éticos.

8 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
  • Guatemala Prospera
  • Guatemala Prospera
  • Guatemala Prospera
bottom of page