Quisiera preguntarte, ¿alguna vez te has perdido buscando cierta dirección?, y luego de dar vueltas, te has dado cuenta de que pasaste enfrente varias veces. Bueno, a mí me pasa todo el tiempo, por eso no me explico cómo logré sobrevivir cuando no existía waze.
Precisamente de nuestra zona de confort es de donde nos ha sacado esta situación del COVID-19. Hemos tenido que adaptarnos a los cambios y aprender a usar herramientas tecnológicas para comunicarnos. Quién no ha tenido reuniones vía zoom o hangouts, o videollamadas por WhatsApp.
Cuando nos vemos obligados a salir de nuestra zona de confort, haciendo algo que no acostumbramos o que altera nuestra rutina, nos sentimos ansiosos. Si has tomado la ruta incorrecta en tu viaje, si has perdido tu empleo, si te ha fallado alguien, si las ventas no eran las esperadas, empiezas a estresarte, a imaginar situaciones que a lo mejor nunca sucederán, así que es natural que ahora nos sintamos tensos y nerviosos, porque ha cambiado nuestra forma de trabajar, de abastecernos de lo básico, y sobre todo, ha cambiado la forma de relacionarnos.
Claramente, el ser humano puede adaptarse al cambio y lo ha hecho durante miles de años, de manera progresiva. Steve Jobs, por ejemplo, el fundador de Apple, dijo que al ser despedido de su propia empresa, se encontró con un mar de oportunidades, por lo que consideró esa etapas como una de las más creativas de su vida. Al no sentir la presión de lidiar con ser exitoso, podía empezar de nuevo y replantear muchas ideas. Así fue como surgió Next y Pixar Animation Studios; después, Apple compró una de esas empresas, y bueno, la historia ya la sabes…
Por lo tanto, este momento de incertidumbre fuera de nuestra zona de confort es ideal para hacer un alto, refrescarnos y replantearnos ideas. Sobre todo, es el momento para crecer como líderes
John Maxwell me enseñó que “todo el mundo tiene el potencial para convertirse en alguien que incentiva. No tienes que ser rico; no tienes que ser un genio; no tienes que tenerlo todo resuelto. Todo lo que tienes que hacer es preocuparte por las personas y comenzar a incentivar a los demás.” Compartir tus talentos y enfocarte en motivar a los demás con tu ánimo e iniciativa es una buena oportunidad que encontramos al salir de nuestra zona de confort.
Por Pedro Villavicencio
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