Por Rossmary Casasola
De acuerdo con los especialistas, hay diferentes tipos de inteligencia, está la lógico matemática, la lingüística, la musical, la emocional, y la interpersonal que desarrolla la empatía por comprender al otro. Y claro, también está la inteligencia colectiva que nos hace pensar en un grupo o comunidad.
¿De qué forma activamos la inteligencia colectiva para beneficio de nuestros círculos de convivencia?
1. Conozcámonos a nosotros mismos. Si yo, Rossmary, sé cuáles son esos dones y talentos que me hacen diferente, puedo ofrecerlos para favorecer a mi comunidad, esto también es bueno para mí. Me considero una persona muy sociable. Me apasiona conocer personas, lugares y culturas, lo que me ha ayudado a ser más empática para comprender alguna problemática y proponer soluciones. Hacer un viaje hacia nuestro interior nos ayuda a identificar áreas fuertes y ser solidarios con los demás.
2. Trabajar en equipo. Esperen… esto no aplica solo al entorno laboral. Más allá de desempeñar nuestro papel dentro de un grupo, podemos animarnos a cuestionar lo establecido...¿Será que lo que hacemos como organización soluciona un problema eficazmente? Compartir experiencias y buscar la innovación colectivamente nos ayuda mejorar, tal como lo dice el conocido refrán: ¨dos mentes piensan mejor que una.¨
3. Y por último, ser solidarios. Covid-19 es el mejor escenario para ejercitar nuestro altruismo. Guatemala Próspera trabaja en un proyecto para que personas se sumen a donar mascarillas a los habitantes de El Rosario, Chimaltenango, una comunidad con la que hemos trabajado desde hace algunos años. Hemos alineado la necesidad con la oportunidad, pues un grupo de mujeres costureras de esta comunidad son quienes fabrican las mascarillas. La unión hace la fuerza