Las bandas de hule son útiles únicamente cuando se pueden estirar. Lo mismo se puede decir de nosotros. Si deseamos crecer, tenemos que sentir la tensión entre el lugar donde estamos ahora y el lugar donde podríamos estar. Si no nos estiramos, nos acomodamos al promedio.
Cuando nos dejamos de estirar, dejamos de vivir, porque estamos muertos ante nuestras mejores posibilidades. Es tiempo de acoger el cambio como el precio del crecimiento. Ponte metas a mediano plazo y ¡empieza tu camino hacia tus sueños hoy mismo!
Al estirarnos en nuestro crecimiento personal, como una banda elástica, tendremos la visión adecuada para impulsarnos hacia nuestra propia superación y metas.
Si practicas esta ley de liderazgo, tendrás un fuerte sentido de qué eres capaz de hacer.
Debido a que te has estirado y has crecido, estará más consciente acerca de tu capacidad, constantemente buscarás formas de mejorar. Esto te empujará hacia y más allá de tus límites de crecimiento y desarrollarás una visión para tu vida.
Acoge el cambio como el precio del crecimiento y vuelve a soñar.
¿Ya sabes cómo salir de tu zona de confort? ¡Sé intencional en tu crecimiento personal!