El crecimiento no es automático y no sucede por accidente. Tomará tiempo y energía descubrir tu pasión y tu propósito. Una vez los identifiques, entonces puedes enfocar tu esfuerzo en desarrollar las destrezas y habilidades que te ayudarán a alcanzar tu potencial.
Para crecer, debes conocerte a sí mismo – tus fortalezas y debilidades así como tus intereses y oportunidades. Debes ser capaz de identificar no sólo dónde has estado, sino dónde te encuentras ahora. De lo contrario, no podrás trazar el curso hacia dónde deseas llegar.
Traer a la conciencia aquello que nos dirige de manera inconsciente, te hará una persona mucho más efectiva, porque aprenderás a dominar aquellos aspectos que hoy quizás te dominan. Aquí unos consejos prácticos para practicar la ley de la conciencia:
1. Conócete más a ti mismo: dedica tiempo para hacer un inventario de tus fortalezas, debilidades, interés y oportunidades.
2. Identifica tu pasión: ¿qué es lo más importante en tu vida? Dedica en los próximos días a responder preguntas como: ¿qué te conmueve?, ¿qué te hace feliz?, ¿para qué eres verdaderamente bueno? Cuantas más preguntas respondas, más identificarás tu pasión.
3. Has que tus metas sean públicas, anímate a comprometerte.
4. Comprométete a contribuir a través de tu pasión.
Si eres más consciente de cuáles son tus detonantes, tus fortalezas, tus áreas débiles, entonces estarás mucho más empoderado para accionar en el día a día. No dejes al azar tu día, asume la responsabilidad de tu vida y de tus decisiones.
John Maxwell dice que liderazgo es influencia, ni más, ni menos. Por eso, ser más consciente te brindará mayor influencia y crecerás en tu camino de liderazgo. John también nos enseña que no podemos liderar a nadie si no aprendemos primero a liderarnos a nosotros mismos. ¡Ser intencional para tomar tiempo para conocerte a ti mismo puede cambiar tu vida!
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