E. M. Gray dijo, “Una persona exitosa tiene el hábito de hacer las cosas que a los fracasados no les gusta hacer. A una persona exitosa tampoco le gusta hacerlas, pero su disgusto es subordinado por la fortaleza de su propósito.” Mientras más en sintonía estés con tu propósito, más oportunidades tendrás de alcanzar tu potencial, expandir tus posibilidades y realizar algo significativo.
¿Cómo alcanzamos la persistencia en nuestro crecimiento personal? El primer error que cometemos cuando empezamos a buscar crecimiento personal es que nos esforzamos demasiado. Eso es desmotivante. El secreto para construir el ímpetu motivacional es iniciar poco a poco con las cosas sencillas.
Puedes iniciar estableciendo metas cortas y altamente alcanzables. Un buen camino de inicio incluye también encontrar tus ¿por qué? Si solo navegas sin dirección, nunca llegarás a tu destino. Ser perseverante se puede lograr únicamente si tienes claro el puerto de desembarque. Continúa por el camino de la paciencia, que es un factor clave en la perseverancia.
Para continuar creciendo y aprendiendo, debes aprender a dominarte a ti mismo. Debes ser disciplinado. Mientras más y mayores por qués tengas, más fácil será para ti ser consistente en tu disciplina de crecimiento.
Con la perseverancia, irás descubriendo que mejorarán tus destrezas y talentos. Te darás cuenta que serás aún más productivo y verás resultados mayores. Descubrirás que el éxito es inevitable y lo experimentarás con frecuencia.
¿Estás listo para una nueva forma de vida? John C. Maxwell dice, “Todo lo que vale la pena es cuesta arriba” , pero además, esa cuesta solo se sube con perseverancia.