Por Marissa de Méndez, Conferencista, Coach y mentora para mamás
En cierta ocasión el huevo de un águila por asares del destino fue a caer a un gallinero y justo en medio de las gallinas ese pichón de águila nació. Creció rodeado de pollos y su mamá gallina le enseñó como a todos los demás a caminar como pollo, a vivir como pollo y a comer como pollo.
Esta águila que se creía pollo, un hermoso día estaba caminando por la granja, de pronto lo cubrió por completo una sombra, él levantando la mirada se dio cuenta que la sombra era de un animal hermoso que surcaba por los aires, entonces exclamó ¡que ave tan hermosa y majestuosa, ¡cómo vuela por los cielos, es increíble! ¿Qué ave es esa mamá? le preguntó a la gallina.
Y ésta le respondió “esa es el águila real, pero tú y yo no podemos ni siquiera voltear a verla, porque tú y yo somos de abajo y ella es de arriba” Y el águila que se creía pollo, nunca más se atrevió a ver hacia arriba para contemplar al águila real, aun teniendo todo para volar y vivir en los aires.
La mamá gallina le había enseñado bien a verse como pollo y no como lo que realmente era UN ÁGUILA REAL.
Bienvenidos a la Serie EMPODERA A TUS HIJOS, en la cual vamos a desarrollar 3 claves para ser mamás que empoderan a sus hijos, las cuales nos ayudarán a lograr que nuestros hijos se vean como águilas.
Hoy quiero preguntarte:
¿Qué es lo que más deseas para la vida de tus hijos?
Cuando hago esta pregunta a las mamás, todas sin excepción me han respondido que lo que quieren es que sus hijos sean felices, plenos, exitosos, que les vaya bien en la vida.
Imagino que tú tienes deseos similares en tu corazón y te felicito por eso. Por tal razón, para que podamos formar hijos felices y exitosos, es importante que sentemos las bases de una adecuada y sana autoestima que los empodere para la vida.
¿Pero qué es empoderar?
Empoderar, pues, significa desarrollar en una persona la confianza y la seguridad en sí misma, en sus capacidades, en su potencial y en la importancia de sus acciones y decisiones para afectar su vida positivamente.
Qué hermoso privilegio con el que contamos como madres de poder ser las personas que desarrollemos intencionalmente esa confianza y seguridad en la vida interior de nuestros hijos.
Clave No.1
Enfócate en su grandeza
Muchas veces como mamás notamos y destacamos más aquellos comportamientos que nos enojan y nos frustran, insistiendo en ellos una y otra vez “eres necio“ “eres desobediente“, “eres egoísta, sólo piensas en ti“, “eres desordenado“ etc. Y sin darnos cuenta, atacamos la identidad de nuestros hijos por este enfoque tan grande que tenemos en ver lo malo que hacen o porque no hacen las cosas como nosotros queremos que las hagan.
La frase “en lo que insistes persiste“ se cumple, es justo eso que destacamos en nuestros hijos lo que más persiste en ellos.
Por eso hoy te invito a que cambies la mirada hacia tus hijos para que esta se enfoque en las cosas buenas que hacen, en sus conductas positivas y sobre todo en sus cualidades y talentos que los hacen ser únicos.
Nuestro privilegio como mamás es ver su grandeza y acompañarlos para que ellos también la vean y se den cuenta que son águilas, que tienen un potencial increíble para salir al mundo a cumplir su propósito, a conquistar sus metas, su felicidad y su éxito personal.
Hoy te pregunto ¿En qué te has estado enfocando más con tus hijos?
Recuerda que en lo que te enfocas se expande y si te enfocas en su grandeza justo eso es lo que expandirás en su interior.
Clave No.2
Usa un lenguaje de aprobación
Aprobar es un verbo, una acción que se refiere a dar por bueno o suficiente algo o a alguien.
Que hermoso es que esa persona que es tu mamá, a la cual amas tanto y que es tan importante en tu vida te hace ver y sentir que eres suficiente, que eres bueno, que vales, no por lo que haces o no haces, sino por lo que eres.
Esto es algo que como madres podemos lograr por medio de nuestra forma de comunicarnos con nuestros hijos, es decir por las palabras con las que nos dirigimos a ellos, por el tono de la voz y por nuestro lenguaje corporal, el cual utilizamos a veces sin darnos cuenta.
Es importante que seamos conscientes del impacto empoderador o desempoderador que tiene nuestro mensaje y que decidamos cuál de éstos dos queremos lograr hacia nuestros hijos.
Si queremos lograr un impacto empoderador, entonces podemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan día a día, cuando están enfrentando un reto, cuando realizan alguna actividad, cuando hablan, cuando practican algún deporte y aún cuando su conducta no es la mejor. Todo son oportunidades para comunicarles nuestra aprobación hacia su ser.
Por ejemplo, hicieron un dibujo y les quedó hermoso, aprovecho, lo apruebo y le digo “eres un joven creativo, me encantó tu dibujo“ si comparte algo con un amiga, aprovecho ese comportamiento y le digo “qué buen gesto el que tuviste con tu amiga, eres una niña generosa y empática, te felicito“, si algo no le salió bien le digo “ animo, en ti está la capacidad para volverlo a intentar de una manera diferente” y si es de esos hijos que insisten e insisten cuando quieren algo, como uno de los míos, no le digas necio, puedes decirle “ eres un joven persistente” y le explicas por qué sí o por qué no de la situación pero nunca lo desapruebas a él como persona.
Te aclaro que no es caer en adulación para fomentar el ego, se trata de que como madre voy a aprovechar las oportunidades para destacarles los valores, habilidades y talentos que reflejan en determinada situación y voy a abordar las áreas de mejora que tienen sin atacar su autoestima ni su identidad.
Recuerda que cuando un hijo se siente aprobado por sus padres, es mucho más seguro de sí mismo y es menos propenso a realizar conductas que lo pongan en riesgo.
Clave No.3
Invítalos a que se observen y concluyan positivamente sobre ellos mismos
Es importante que como madres propiciemos a que nuestros hijos se auto observen y que lo hagan con amor, para que descubran sus habilidades, sus capacidades, sus dones, su potencial, es decir para que aprendan a conocerse y a ser responsables de sí mismos.
Zig Ziglar dice “Podemos hacer pocas cosas de una manera positiva, si lo que sentimos hacia nosotros es negativo”. Por lo cual es tan importante que los invitemos constantemente a mirarse de una manera positiva para que se sientan seguros y confiados en que cuentan con los recursos para volar alto y cumplir su propósito de vida.
Esto lo puedes lograr haciéndoles preguntas. Las preguntas los harán pensar y darse cuenta de lo que hacen bien, de lo que pueden mejorar y les permitirán encontrar soluciones creadas por ellos mismos.
Por ejemplo
¿Cómo lograste meter ese gol?
¿Qué hiciste para mejorar tus notas?
¿Te diste cuenta de la forma como le hablaste a tu hermano?
¿Qué notaste en ti, ante este reto que enfrentaste?
¿Con qué recursos cuentas para resolver esta situación?
¿Cómo lo harías diferente la próxima vez?
De esta manera estás guiando constantemente a tus hijos a su interior que es el lugar en donde está su grandeza.
Querida amiga, al aplicar estas 3 claves tú estarás afectando positivamente y empoderando a tus hijos para la vida.