Por Waleska Sterkel de Ortíz, Directora Ejecutiva de AMCHAM
El líder debe ser flexible y afrontar los cambios que generalmente surgen por una crisis.
Crisis: según la Real Academia Española, es un cambio profundo de consecuencias importantes de un proceso o situación.
Sabiendo esto, podemos decir que un proceso de crisis debe ser para una empresa un incentivo para hacer cambios, para reubicar prioridades y lograr nuevos retos.
3 Pasos claves:
1. Debe haber una introspección, para saber qué debemos cambiar, con un proceso de apertura y teniendo en cuenta como elemento principal a nuestro talento humano.
2. Ajustes, que pueden revisarse constantemente, hasta lograr los cambios necesarios dentro de la organización, para sobrepasar los inconvenientes, incluyendo ajustes en el personal, en los productos, en lo digital.
3. Reforzar la visión de la empresa, con valores esenciales, como la paciencia, pues un cambio lleva tiempo y procesos. Valentía para aceptar que las cosas serán diferentes.
Confianza; Conociendo profundamente a cada uno de los colaboradores, para generar los cambios, tomando en cuenta también sus necesidades.
Otro factor sumamente importante en este proceso es la comunicación, que actualmente ha cambiado, pero se ha vuelto versátil, teniendo siempre empatía por los otros, tomando en cuenta que para un buen desarrollo organizacional es vital;
• capacitar al personal
• proporcionarle las mejores herramientas correctas
• administrar el tiempo.
Es importante mencionar, que se debe dar la debida importancia a la comunicación escrita, tratando de que mejore constantemente, que sea respetuosa, asertiva, positiva y propositiva.
“Siempre se pueden hacer las cosas de forma diferente”
“ En los peores momentos surgen las mejores ideas y en las peores crisis surgen las mejores oportunidades “
Comments