El liderazgo, es un viaje. Un viaje que dura toda una vida. En este viaje estamos llamados a inventarnos y reinventarnos muchas veces, a transformar nuestra forma de pensar y a trascender a través de incidir en otros.
Un líder es un ser humano común y corriente, que actúa con convicción e integridad, que tiene un propósito que va más allá de sí mismo y que posee la hermosa característica de la humildad. Esa bella cualidad que nos permite reconocernos igual a los demás y que también nos permite despojarnos de nuestro estatus social y/o intelectual, para así poder utilizar nuestra influencia para bien de otros.
Ahora...para poder incidir positivamente en la vida de otros, tenemos que estar conectados con nuestro propósito y con nuestra verdadera identidad y es ahí donde quiero dejarlos con la siguiente idea.
Todos tenemos narrativas en nuestra mente. Historias que nos contamos sobre nosotros mismos y que tienen el potencial de limitar o bien, desarrollar nuestro potencial de liderazgo.
Estas historias son ficciones que vamos creando desde que nacemos y se construyen a partir de nuestras experiencias con las personas que nos criaron o tuvieron influencia sobre nosotros.
Generalmente construimos estas historias en dos áreas. Un área que tiene que ver con nuestra identidad o lo que pensamos de nosotros mismos y otra que es la historia sobre lo que creemos que los demás piensan de nosotros. Además, dependiendo de las diferentes situaciones a las que nos enfrentemos, estas historias pueden presentar diferentes matices.
Todos, absolutamente todos tenemos un llamado a trascender y a ejercer algún tipo de liderazgo, ya sea en nuestra familia, con nuestros amigos, en nuestro trabajo o en nuestra sociedad o nación y esta historia que nos contamos, tiene el potencial de paralizarnos o bien de movilizarnos.
Preguntémonos… ¿Cuál es la historia que nos contamos acerca de quiénes somos?... ¿De dónde viene esa historia?... ¿Refleja esa historia nuestra verdadera esencia?... ¿Cómo incide esa historia en nuestra interacción con las demás personas?... ¿En que nos puede estar limitando?...
No es mi intención, ni mi especialidad, en este corto mensaje entrar en el detalle del proceso de como llegan estas historias a ocupar un espacio tan importante en nuestra mente o como transformar esas creencias limitantes en creencias transformadoras, pero lo que sí quiero es transmitirles la enorme importancia que estas narrativas internas tienen en nosotros, principalmente si estas nos limitan a desarrollar al máximo nuestro potencial.
Como todo en la vida, el primer paso para cambiar o transformar algo, es tomar consciencia de la situación. En el momento en que tomamos consciencia de que existe una narrativa interna, cual es esa narrativa y como esa narrativa puede estar influyendo nuestro actuar, hemos dado el primer gran paso para permitirnos ejercer nuestro verdadero potencial de liderazgo…En la toma de consciencia esta la primera posibilidad de cambio.
Guatemala necesita que se despierten líderes que tengan la convicción de un propósito que va a más allá de sus propios intereses, líderes que reconozcan su necesidad de una constante transformación y líderes que estén dispuestos a despojarse de su estatus social y/o intelectual, para utilizar su influencia para bien de los demás... líderes que quieran llegar a la altura de Jesucristo.
Por Ing. Jose Antonio Corrales, Presidente Ejecutivo de ALCSA, Presidente de Banco Internacional, Director del Consejo de Fiduciarios de Fundesa
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