Sostener a una familia integrada por 9 hermanos no fue fácil para mis padres, así que vivimos algunas situaciones económicas complicadas, sin embargo, la generosidad fue algo que mis padres sembraron en nosotros, dar y servir a los demás sin importar las circunstancias. No solo con recursos materiales, sino también con sonrisas, tiempo, oración, palabras de ánimo.
Mi mamá especialmente sirvió en una iglesia orando, escuchando y atendiendo. Recuerdo que cuando enfermó de cáncer, muchas personas estaban allí para acompañarnos. Ella partió un viernes 13 de febrero de 2004, y nosotros, siendo muy jóvenes, teníamos que afrontar su partida sin tener un lugar donde darle cristiana sepultura.
La madrugada de ese viernes, una amiga de mamá, me llamó para decirme: “No se preocupe, Perlita, yo le cedo los derechos de mi servicio funerario”. Así, con un desprendimiento real y sincero, me firmó los papeles para que la funeraria se hiciera cargo de las honras fúnebres. Luego, mi tío, único hermano de mamá, se hizo cargo de pagar los gastos.
El día de la partida de mi madre sucedieron muchos milagros y actos de generosidad. Mi esposo, en ese entonces solo era mi amigo, y con un examen final muy importante programado, eligió llevarme al hospital y quedarse allí; mi jefe y otros compañeros de trabajo me ayudaron para el papeleo que demandaba la situación; vecinos estuvieron al pendiente de mis hermanos menores y nos apoyaron en ese momento el dolor. Ahora, años después, puedo decirles que mi madre vivió el valor de la generosidad hasta el último momento y nosotros, sus hijos, cosechamos los frutos de esa siembra.
John Wesly dice: ¨Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las formas que puedas, en todos los lugares que puedas, todas las veces que puedas, a todas las personas que puedas, todo el tiempo que puedas¨. La generosidad es pensar y actuar enfocado en los demás. La vida generosa es fruto del aprendizaje y la práctica. Repito aprendizaje y práctica. Es decir que lo aprendemos y decidimos que sea parte de nuestro día a día.
Por Perla Cano